Historia
El ajedrez llegó a Europa en el siglo X, pero no fue hasta el siglo XV que obtuvo su éxito y popularidad. Se consideraba un juego muy prestigioso únicamente jugado por la nobleza y posteriormente fue llevado a América. Se le empezó a llamar “juego de reyes” porque era un juego de estrategia en el que sólo ganaban los grandes prodigios o las personas de cuna noble que habían podido obtener una educación suficiente como para conocer bien las reglas del juego.
En el siglo XVIII se crearon los primeros clubes de ajedrez, y el primer torneo internacional de la historia fue jugado en 1886 en Londres, donde el austriaco Wilhelm Steinitz fue coronado el primer campeón mundial de la historia.
El término ajedrez proviene del término ash-shatranj en árabe, que a su vez viene del persa. Al pasar al castellano, al principio se usaba acedrex para referirse a este juego, después pasó a llamarse axedrez, hasta convertirse en ajedrez, como lo conocemos hoy en día.
No se sabe el origen exacto del ajedrez, pero lo más probable es que fuese inventado en Asia por alguna cultura antigua. Hay varias variaciones antiguas del ajedrez en Asia, como el chaturanga en India, el Xiangqi en China, el shogi en Japón y el janggi en Corea. De ahí, el juego pasó a los musulmanes, que lo transmitieron a África y Occidente.
Hoy en día hay muchos programas de ajedrez con algoritmos capaces de detectar las mejores jugadas al instante, como Stockfish. Incluso se puede jugar contra el ordenador directamente, no hay necesidad de tener un oponente real.
El ajedrez ha avanzado mucho en los últimos siglos, y está claro que con el avance de las tecnologías sólo va a seguir avanzando y mejorando.
En 1924 se decidió fundar una asociación de ajedrez pues ya era un juego con mucho reconocimiento mundial. Se llamó Federación Internacional de Ajedrez, también apodada como FIDE que viene de las siglas en francés de Fédération Internationale des Échecs, ya que fue fundada en París, Francia. A partir de este punto, el ajedrez no ha parado de ganar popularidad entre personas de todos los rincones del mundo.
Con la introducción de la tecnología, se desarrollaron los primeros juegos de ajedrez automatizados controlados por ordenadores y más adelante el juego en línea contra otros usuarios o contra el ordenador.
La máquina más famosa es El Turco, una máquina inventada por Wolfgang von Kempelen en 1770. Se trataba de una máquina con medidas de 1,10 x 0,60 x 0,75 metros y un tablero de 50cm2. Era una mesa con un tablero que tenía un maniquí sentado vestido con una túnica y un turbante. Tenía un brazo robótico que hacía jugadas muy buenas, y las puertas laterales que tenía se abrían para revelar los engranajes de un mecanismo muy complicado. Rara vez perdía, incluso le ganó a Napoleón Bonaparte.
Pero el secreto finalmente fue revelado. Dentro de El Turco había un jugador profesional bajito que era capaz de mover el brazo robótico y ver que piezas se habían movido gracias a un sistema de imanes. Los engranajes en el exterior no eran más que para despistar. Desgraciadamente, El Turco se quemó en un incendio el 5 de julio de 1854.
Otra gran obra de la tecnología fue El Ajedrecista, construido en 1912 por Leonardo Torres Quevedo, un inventor español de los más brillantes de su siglo. Era una máquina capaz de generar una decisión dependiendo de la situación de las piezas gracias a un algoritmo. Era incluso capaz de detectar jugadas ilegales. Además, el funcionamiento de sus mecanismos también era digno de admiración.